Comprender los tiempos de la existencia,
cómo la semilla se abre paso a pesar de las piedras,
cómo la rebeldía a la experiencia, a la solidez del metal,
te dejan a pesar de tu indomable y fraccionaria resistencia
una solidez que compite con el roble, con su imponencia.
Comprender el movimiento del agua del mar,
cómo logra llegar a la orilla solo una parte de ella
a pesar de su incalculable fuerza,
cómo el viento es responsable de la generación de su fatiga,
de qué manera influye la luna en el hombre, en su vida.
Comprender la esencia de la verdad, de la mentira…
Todo te permite de algún modo dirigir los momentos de tu vida.
la vida también es eso, un sin fin de circunstancias y paradigmas.
No sé cómo soy…
No soy tan dócil como la hiedra,...
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