Lo conocí, creí que había alcanzado el cielo.
La nostalgia de Abril por no tener sus besos,
despertó en mí la duda, el recelo.
Fue así como descubrí sin miedo,
que no era para mí su alma ni su cuerpo.
Ahora más que nunca comprendo,
que todo entre él y yo fue solo un bonito recuerdo
No sé cómo soy…
No soy tan dócil como la hiedra,...
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