Sé que no hay mal que dure cien años,
que la vida no es eterna, que todo tiene un final,
pero sigo pensando en tí, no puedo evitarlo!
Es mi canto que brota como manantial,
como sirenas en lo profundo del mar.
No puedo negar el recuerdo de tus besos ardos
que alguna vez traspasaron mi umbral!
No puedo dejar de pensar en tí, los abrazos,
los besos, en esos momentos que no volverán!
Nuestro amor, aunque a muchos parezca extraño,
de nuestro corazón nunca saldrá!
No sé cómo soy…
No soy tan dócil como la hiedra,...
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