Mi alma moría en soledad,
vulnerable, frágil y agónica!
Sumida en las olas del silencio,
entre la noche y el amanecer!
Y en medio del recuerdo y el pasado,
empezó usted a aparecer!
Gracias por estar a mi lado.
Usted me ha devuelto la fé!
No sé cómo soy…
No soy tan dócil como la hiedra,...
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