Mi corazón no pudo más mantener a flote
el deseo de anidarse en el tuyo,
recibió con gallardía el fracaso de su intento.
Fue todo como un sueño donde tus ilusiones y las mías
se enredaron por la magia y la pasión de dos cuerpos
que adormecían y que sin darnos cuenta nos llevó
a un compromiso que moría en un sin sentido.
Mi corazón y sus latidos volverán con otros besos,
pero mi amor ya no será tuyo y el tuyo ya no será mío!
No sé cómo soy…
No soy tan dócil como la hiedra,...
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