¡Prohibido morir sin conocer la felicidad!
Pero no la que produce un puñado de oro
o un momento banal, sino la que nos brinda
nuestra propia conciencia cuando se despierta!
No sé cómo soy…
No soy tan dócil como la hiedra,...
¡Prohibido morir sin conocer la felicidad!
Pero no la que produce un puñado de oro
o un momento banal, sino la que nos brinda
nuestra propia conciencia cuando se despierta!
No soy tan dócil como la hiedra,...
Y lo que falta para estar...
Surcando océanos con tu amor no...
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