Cariño mío, tú llenaste el vacío de mi corazón
y hasta el último rincón de mi alma.
Te adueñaste de todos mis pensamientos,
y hasta de mi propia calma!
Tú lograste transformar mis sentimientos,
con tu hermosa forma de tratarme sin enojos
y hasta fuiste capaz de iluminar mi noche oscura,
con el resplandor de tus lindos ojos!
No sé cómo soy…
No soy tan dócil como la hiedra,...
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